20100623

LA INTEGRIDAD


Lo integridad se refiere a una capacidad o facultad en el individuo de actuar, pensar, sentir, en definitiva ser lo más completo posible. La integridad es uno de los valores más cercanos a la perfección, si acaso no es una de sus avenidas más directas. En este importante valor, tan extraño en la cotidianidad, confluyen otros valores que facilitan su vivencia y expresión: honestidad, rectitud, sinceridad, libertad, pureza, en fin, hacen a la persona digna de lo que es, lo que hace, así como confiable y ejemplo de vida para otros.

La integridad es de carácter total; no puede pensarse que un individuo sea íntegro en unas cosas, entretanto, en otras no, pues dicho valor no admite puntos intermedios para justificarse cuando se debe ser íntegro o no.En la integridad la persona hace extensivo su comportamiento ético a todas las situaciones en las que se ve inmerso o participante. Por ejemplo: alguien muy honesto puede devolver algo (dinero, bien) que no es suyo, pero ser desleal a su cónyuge, familia o amigos (no ser íntegro).


Qué significa?

- Defender lo que te parece correcto.
- Vivir de acuerdo a los más altos valores.

- Significa que tus palabras y tus acciones están de acuerdo.

- Ser honrado/a y sincero/a contigo mismo/a y con las demás personas.


Porqué practicarla?

- Nos permite hacer lo que creemos correcto y decir la verdad.

- Nos permite confiar en las demás personas y sus promesas.

- Las personas que actúan en forma integra son respetadas y construyen un clima de paz a su alrededor.


Cómo lo practicas?

- Cuando muestras congruencia ética entre lo que piensas y lo que haces.

- Cuando practicas lo que predicas y predicas lo que practicas.

- Cuando predicas con el ejemplo.

- Cuando das importancia a los valores y su práctica.

- Cuando haces lo correcto aunque nadie te este viendo.

- Cuando cometes un error y lo corriges.

- Cuando defiendes lo que te parece correcto.



La visión sin acción no sirve de nada.


Imagina una playa vacía. Está amaneciendo y las olas rompen suavemente contra la orilla. La historia cuenta que, un día, un Directivo vagaba a lo largo de la costa. Curiosamente, la playa estaba cubierta de miles de estrellas de mar y las olas, al romper contra la arena, las iban acumulando. De repente, a lo lejos, el hombre empezó a vislumbrar una pequeña figura que parecía bailar. Se fue acercando a la figura y, poco a poco, se dio cuenta de que era un joven hombre que no bailaba, tal y como le pareció en la lejanía, sino que delicadamente lanzaba algo al océano.- ¿Qué haces?- le preguntó.- Lanzo las estrellas de mar de nuevo al océano. El sol está saliendo y la marea está bajando. Ellas morirán si no hago algo.- Pero no lo entiendo, no puedes devolver los miles de estrellas que se acumulan en la orilla al océano. Tu esfuerzo es en vano, no puedes cambiar los resultados, ellas morirán.
El joven le miró mientras se agachaba a recoger otra estrella de mar: "para ésta sí que cambiarán las cosas", dijo mientras devolvía la estrella al océano.


(Adaptado de "The Starfish Thrower" de Loren Eiseley).


Jesús, con sólo 12 discípulos, "lanzaron adecuadamente sus estrellas de mar al Océano" y los efectos de sus acciones, cambiaron la vida de este planeta para siempre.